A partir del mes de febrero, cuando empieza a irse el frio es el momento en el que comienzan a aparecer. Hay que estar muy pendientes que nuestros perros no se acerquen a ellas ya que son verdaderamente peligrosas.
El contacto con perros puede provocar reacciones cutáneas locales pero también pueden generar problemas oculares o bronquiales.
Cada vez están en más lugares, es fácil verlas en parques y jardines, y cada vez aparecen antes.
Después de alimentarse en el nido bajan al suelo en sus características filas indias, de ahí su nombre procesionarias.
Recordad que son extremadamente venenosas, producen urticarias y alergias tanto en personas como animales.
Si tu perro olisquea o lame una de estas orugas debes acudir de inmediato al veterinario.
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